Quedarse quieto es quedarse atrás

Como nos muestra esta infografía publicada originalmente en el blog de Microsoft en Español, en los últimos diez años muchas cosas han cambiado, en parte por los avances tecnológicos y también por transformaciones en los hábitos de las personas, que han afectado las formas de trabajo. Así hemos pasado de las reuniones presenciales a las videoconferencias online, de la conexión ¡telefónica! a la inalámbrica, del disco duro físico a la nube y de las primeras salas de chat a un universo conectado en redes sociales.

Los negocios no son, por supuesto, ajenos al cambio. Y si bien Windows XP ha sido un gran sistema operativo, fue gestado diez años atrás cuando el modelo de trabajo era otro, así como el de los negocios. Windows 7 está diseñado para tomar ventaja del paradigma actual, permitiendo que los usuarios empresariales puedan traducir en competitividad y productividad un estilo de trabajo flexible. Este concepto, que está relacionado al de consumerización, se materializa en escenarios que hoy en día son muy comunes en cualquier empresa. Por ejemplo, el trabajo fuera de la oficina utilizando tecnologías de colaboración y comunicaciones como Exchange, SharePoint y Lync; el acceso al trabajo desde el propio dispositivo con soluciones como Office 365 y escritorios virtuales; el trabajo desde dispositivos móviles, y la personalización de dispositivos Windows con aplicaciones de virtualización. Desde el punto de vista de la administración, el modelo de trabajo flexible simplifica las tareas a través de una administración centralizada de todos los equipos y dispositivos, proveyendo seguridad y actualizaciones, y aprovechando la virtualización para lograrlo.

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