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Contraseñas Seguras

Las contraseñas son las claves que utiliza para obtener acceso a información personal que ha almacenado en su equipo y en sus cuentas en línea.

Si algún delincuente o un usuario malintencionado consigue apoderarse de esa información, puede utilizar su nombre para abrir nuevas cuentas de tarjetas de crédito, solicitar una hipoteca o suplantarle en transacciones en línea. En muchos casos, no llegaría a darse cuenta de un ataque de ese tipo hasta que fuera demasiado tarde.

Por suerte, no es difícil crear contraseñas seguras y mantenerlas bien protegidas.

Que no sea corta. Cada carácter que agrega a su contraseña aumenta exponencialmente el grado de protección que ofrece ésta. Las contraseñas deben tener 8 caracteres como mínimo; 14 caracteres o más sería lo ideal.

Muchos sistemas también admiten el uso de la barra espaciadora para las contraseñas, de modo que pueden crearse frases compuestas de varias palabras (una frase codificada). Por lo general, una frase codificada resulta más fácil de recordar que una contraseña simple, además de ser más larga y más difícil de adivinar.

Combine letras, números y símbolos. Cuanto más diversos sean los tipos de caracteres de la contraseña, más difícil será adivinarla. Entre otros detalles importantes cabe citar los siguientes:

Cuantos menos tipos de caracteres haya en la contraseña, más larga deberá ser ésta. Una contraseña de 15 caracteres formada únicamente por letras y números aleatorios es unas 33.000 veces más segura que una contraseña de 8 caracteres compuesta de caracteres de todo tipo. Si la contraseña no puede contener símbolos, deberá ser considerablemente más larga en caso de que se desee conseguir el mismo grado de protección. Una contraseña ideal combinaría una mayor longitud y distintos tipos de símbolos.

Utilice todo tipo de teclas, no se limite a los caracteres más comunes. Los símbolos que necesitan que se presione la tecla "Mayús" junto con un número son muy habituales en las contraseñas. Su contraseña será mucho más segura si elige entre todos los símbolos del teclado, incluidos los de puntuación que no aparecen en la fila superior del teclado, así como los símbolos exclusivos de su idioma.

Utilice palabras y frases que le resulte fácil recordar, pero que a otras personas les sea difícil adivinar. El medio más sencillo de recordar sus contraseñas y frases codificadas consiste en anotarlas. Al contrario que lo que se cree habitualmente, no hay nada malo en anotar las contraseñas, si bien estas anotaciones deben estar debidamente protegidas para que resulten seguras y eficaces.