La señora gruñona de Office
Confesemos: todos tenemos a un gruñón, o gruñona, en la oficina. Aquí en Microsoft, también, claro. Pero no esperéis que señalemos a nadie… Bueno, sí, pero solo porque, en el fondo, en eso consiste parte de su trabajo.
Crabby Office Lady es el alter ego de Annik Stahl, una de las columnistas más emblemáticas de Microsoft. Stahl comenzó a escribir como Crabby desde Office Online hace ya ocho años, en 2002, cuando el equipo quería darle un empujoncito al sitio del paquete ofimático, y ofrecer contenidos un poco distintos. En un gesto no precisamente habitual en la comunicación corporativa u oficial, Stahl decidió escribir sobre Microsoft Office desde el humor, ofreciendo consejos prácticos a los usuarios para sacar el máximo partido a las herramientas, pero también tocando temas del día a día, de las relaciones entre personas, cómo tratar con gente difícil o cómo comportarse correctamente en el correo.
Para adoptar este enfoque en sus columnas, Stahl creó la figura ficticia de Crabby Office Lady, una señora de mediana edad, un tanto gruñona, y muy predispuesta a ayudar, pero también al chascarrillo. Los primeros escritos de Stahl encontraron cierta oposición y reticencias ante esta manera de dirigirse a los usuarios y clientes. Pero, pronto, las columnas comenzaron a crecer en popularidad.
Hoy, ocho años después, Crabby Office Lady es seguida por millones de lectores mensualmente, y su página de Facebook ha superado el millar de seguidores. En nuestro News Center tenemos desde ayer un reportaje sobre Annik Stahl y su columna, con declaraciones y anécdotas interesantes que os animamos a leer.
Pero, sobre todo, el éxito y la longevidad de Crabby Office Lady son una alegría y una motivación para todos los que afrontan el reto de establecer un canal de comunicación con sus clientes y usuarios, y hacerlo rompiendo los moldes de la rigidez que en demasiadas ocasiones impregna la comunicación corporativa. Crabby Office Lady usa el humor y la ficción, mezclada con dosis de experiencia propia, para hablar de tú a tú a sus lectores, y ofrecer un contenido único y personal. Una lectura que, en Conversando, tenemos en la lista de referentes, y que os recomendamos encarecidamente.