Examen de los entornos de aprendizaje del siglo 21
Los formadores están en una posición única para influir y dar forma al mundo a través de generaciones futuras. Nelson Mandela dijo famosamente: "La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo". Para realizar el cambio, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- ¿Cómo aprenden los niños en el mundo actual?
- ¿Nuestros sistemas educativos se han mantenido actualizados con los tipos de aptitudes necesarias para crecer en una sociedad moderna?
- ¿Qué herramientas digitales ayudarán a nuestros hijos a comprender el mundo que les rodea?
- ¿Cuál es el futuro de la educación?
Muchos de los entornos de aprendizaje actuales se diseñaron durante la revolución industrial. La vida era más predecible en ese momento y el propósito de la escuela era preparar a los niños para la vida como trabajadores de la fábrica. La sociedad a la que prestaba servicio el sistema de educación industrial era muy diferente de la sociedad actual. Por lo tanto, debemos considerar cómo podríamos cambiar nuestros sistemas educativos para satisfacer mejor las necesidades de la sociedad globalizada del siglo XXI.
A mediados del siglo XX, la Era Industrial se reemplazó por la Era de la Información. Internet ha desempeñado un papel clave en la expansión de las cantidades de nueva información y conocimiento que se producen a diario. Los jóvenes de hoy en día deben aprender a acceder, interpretar, analizar y evaluar esta gran cantidad de información para comprender el mundo en el que viven.
Además de la explosión de información, nuestro mundo se enfrenta actualmente a muchos desafíos importantes, como el cambio climatológico; escasez de alimentos, energía y agua; y las razas en muchas partes del mundo. Este mundo cambiante requiere que nuestros hijos resuelvan problemas complejos, pero las respuestas a estos problemas no se pueden encontrar en un libro de texto. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que nuestros jóvenes se vuelvan estudiantes resistentes y con la capacidad de adaptarse en un mundo dinámico y rápido. Es necesario cambiar el enfoque de nuestros estudiantes de la simple memoria de la información a la colaboración para resolver problemas del mundo real.
Otro impulsor de la transformación educativa es el mundo del trabajo. La tecnología está reduciendo la necesidad de mano de obra manual y rutinaria, lo que provoca un aumento de la falta de ocupación en muchos sectores. Hoy en día, las empresas esperan que los jóvenes tengan una serie de aptitudes, entre las que se incluyen:
- Pensamiento crítico
- Comunicación cualificada
- Solución de problemas creativos
- Habilidades de alta seguridad
Los jóvenes de hoy en día también necesitan ser capaces de resolver problemas complejos, de gran alcance y abiertos que requieren aprendizaje activo y continuo a lo largo de sus carreras profesionales.
Para preparar a nuestros estudiantes para que crezcan en este mundo cada vez más complejo, las escuelas deben volver a imaginar los entornos de aprendizaje. Nuestros sistemas educativos deben pasar de un modelo de individualidad a uno de consulta colaborativa. Los educadores deben diseñar actividades de aprendizaje que desarrollen habilidades fundamentales del siglo XXI, al tiempo que enseñan a los estudiantes a usar herramientas digitales que se han convertido en un requisito para el éxito en todas las áreas de la vida.
En el libro blanco Dancing with robots: Human scales for computerized work (Bailando con robots: escalas humanas para el trabajo informatizado), Frank Levy y Richard Mornane describen las formas en que la tecnología está transformando los mercados laborales y las aptitudes que los jóvenes necesitan para tener éxito en el siglo XXI. Nos piden que tengamos en cuenta lo siguiente:
- ¿Cómo cambia el lugar de trabajo en el siglo XXI?
- ¿Cuáles son las principales funcionalidades que buscan los empleados de hoy en día?
Para afrontar los desafíos de un mundo complejo y conectado, los entornos de aprendizaje del siglo XXI deben basarse principalmente en la consulta. En un entorno basado en consultas, los aprendices participan activamente en el proceso de aprendizaje, como decidir cómo pasarán su tiempo en clase. En este tipo de entorno, los estudiantes toman posesión de su educación y se convierten en responsables de la toma de decisiones autodirigido con la capacidad de administrar prioridades tanto dentro como fuera de la escuela. Permitir a nuestros jóvenes poseer su educación es una pasión por la excelencia académica y un hábitos de aprendizaje profesional.
Para apoyar a nuestros estudiantes, los formadores deben crear un entorno que:
- Guía y admite el aprendizaje autodirigido
- Fomenta las relaciones eficaces
- Admite instrucciones diferenciadas
En este nuevo paradigma, los formadores deben adoptar el cambio y la flexibilidad, y pasar de ser simplemente seres fuente de conocimiento a ser coautores del conocimiento con un enfoque colaborativo. Deben participar en el desarrollo profesional con investigación basada en sitios y prácticas reflectantes. Además, deben estar encantados con los comentarios de los estudiantes, los padres y otras partes interesadas para evaluar y analizar los cambios a lo largo del tiempo.
La enseñanza en el siglo XXI requiere profesionales comprometidos que actualicen constantemente sus propios conocimientos y habilidades. Los formadores del siglo XXI deben aceptar que el cambio es constante y estar abiertos a:
- Nuevas tecnologías
- Nuevas teorías de aprendizaje
- Nuevas técnicas de evaluación
En resumen, los formadores que se ven a sí mismos como estudiantes son el núcleo del aprendizaje en el siglo XXI.