Principio: Medición
El protocolo de gases de efecto invernadero (GHG) es el método más usado para que las organizaciones midan sus emisiones totales de carbono. Aunque las emisiones de software se pueden calcular mediante este enfoque, puede resultar difícil. Un cálculo más adecuado es la especificación Intensidad de carbono de software (SCI).
Protocolo de gases de efecto invernadero
El protocolo GHG permite a las organizaciones calcular sus emisiones totales. Las emisiones se atribuyen a una categoría determinada correspondiente a la forma en que se produjeron. Estas categorías se denominan ámbitos.
Ámbito 1
Se trata de emisiones directas asociadas a las actividades de su empresa o controladas por ella. Por ejemplo, las emisiones procedentes de la combustión de combustibles fósiles en instalaciones y vehículos.
Ámbito 2
Estas son emisiones indirectas de la producción de electricidad o calor que utiliza. Por ejemplo, de las fuentes de energía que calientan y iluminan su hogar.
Ámbito 3
Estas son emisiones indirectas que proceden de otras actividades. Un ejemplo típico para una empresa son las emisiones procedentes de las actividades de la cadena de suministro, la producción de materiales adquiridos, el transporte de bienes y servicios y el uso de los productos vendidos.
Cálculo de la intensidad del carbono del software (SCI)
SCI es un método para medir las emisiones de carbono asociadas a todos los tipos de aplicaciones de software. Proporciona una manera coherente de describir las emisiones de software y cómo los cambios pueden marcar una diferencia.
Utiliza varios componentes que ya hemos introducido previamente para calcular la puntuación de emisión. Los componentes son la energía, la intensidad de carbono en función de la ubicación y el carbono incorporado.
La energía es la potencia que consume el hardware y se mide en kilovatios-hora. Cada vez más proveedores de hardware facilitan esta información, que puede consumirse en forma de conjuntos de datos o a través de una API.
La intensidad del carbono es la cantidad de carbono equivalente del momento y el lugar determinados en los que se ejecuta el software, y se mide en gramos de carbono equivalente por kilovatio-hora.
El cálculo anterior multiplica la energía consumida por la intensidad del carbono. La cantidad de carbono emitida a través del hardware se agrega a la suma. Esto proporciona una puntuación que podemos aplicar a cada unidad funcional. Por ejemplo, si el software es una API, la unidad funcional podría ser una sola llamada a esa API. Esto hace que la puntuación sea una intensidad en lugar de un total.