Introducción
El desplazamiento del modelo CapEx al OpEx
La ejecución de cargas de trabajo empresariales en plataformas en la nube habilita a las organizaciones mejorar la confiabilidad y el rendimiento, al tiempo que optimiza el costo de la informática, el almacenamiento y otros servicios. Actualmente, las ofertas de nube de software como servicio (SaaS), como Microsoft 365, presentan el segmento más grande en los gastos de usuario final, pero la infraestructura como servicio (IaaS) y la plataforma como servicio (PaaS) están creciendo rápidamente.
Para las organizaciones que pasan de entornos locales a entornos en la nube o administran las cargas de trabajo actuales en la nube, el cambio de un modelo tradicional de gastos de capital (CapEx) a un modelo de gastos operativos (OpEx) más flexible significa una transformación importante. Este cambio tiene efectos sustanciales en las partes financieras y operativas de la empresa.
En un entorno local, las empresas suelen invertir capital inicialmente significativo en hardware físico, centros de datos e infraestructura. Estos activos representan un gasto único sustancial que normalmente se deprecia durante varios años. Las organizaciones asumen los costos de compra, mantenimiento y actualización de su hardware, lo que a menudo da lugar a altos gastos iniciales. Además, realizar cambios o escalar recursos en entornos locales puede llevar mucho tiempo. Este tiempo lento para realizar cambios puede dificultar la capacidad de una organización de responder rápidamente a las dinámicas de mercado y a las oportunidades emergentes.
Por otro lado, cuando una empresa adopta servicios en la nube, se aleja del modelo CapEx tradicional a medida que los costos se reestructuran en un modelo OpEx. En lugar de grandes inversiones iniciales, las organizaciones pagan por servicios en la nube de forma continua y de pago por uso. Esto significa que pueden escalar o reducir verticalmente sus recursos según sea necesario, sin estar vinculados a las restricciones de los recursos propietarios. Los proveedores de nube tienen la responsabilidad de mantener, actualizar y proteger la infraestructura, lo que alivia a las organizaciones de esas cargas operativas. Permite una mayor agilidad y escalabilidad. Esta flexibilidad habilita a las empresas ajustar sus recursos casi en tiempo real, ya sea que necesiten escalar verticalmente durante el pico de demanda o reducir verticalmente durante períodos más silenciosos. Esta asignación dinámica de recursos admite una rápida adaptación a los requisitos empresariales en constante evolución y garantiza una administración óptima de los costos.
Aunque el modelo OpEx ofrece varias ventajas, también puede presentar algunos desafíos que las organizaciones deben tener en cuenta. Un desafío importante es la posibilidad de sobrecargar, especialmente cuando hay una falta de control o responsabilidad sobre los gastos. Por lo tanto, la implementación de controles sólidos y medidas de responsabilidad es esencial para garantizar la estabilidad financiera y la eficiencia.
Pasar de CapEx a OpEx es una transformación crítica para la empresa que requiere un planeamiento detallado y cambios operativos. Para aprovechar las ventajas de la nube, las organizaciones deben pasar por una transformación organizativa y cultural que permita a sus equipos aprovechar el modelo OpEx. El marco FinOps proporciona un marco operativo para guiarle en este recorrido.