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Después de los huracanes de 2017, las Islas Vírgenes de Estados Unidos dieron la bienvenida a esta nube para ayudar a su recuperación

Por: Staff, Blog Transform

https://youtu.be/a9nq6GEV3-I

Días después de que la segunda tormenta golpeó, su voz salió al mundo.

La profesora retirada, que mostraba signos de demencia, esta sola en su hogar en septiembre de 2017. Alrededor de ella: edificios sin techo, árboles sin hojas, una red de energía sin vida y por lo menos cinco muertos en las Islas Vírgenes de Estados Unidos.

Conforme el cielo se despejaba, ella llamaba a su gato. Ahí fue cuando un transeúnte escuchó sus súplicas y encontró a la profesora.

“Esto rompió mi corazón”, comentó Pauline Dawes, coordinadora de entrenamiento para el Departamento de Servicios Humanitarios (DHS, por sus siglas en inglés) de las Islas Vírgenes en Estados Unidos. “Ella personificaba lo que (DHS) significa, asegurarse que los individuos en nuestra comunidad no caigan en estos hoyos”.

Los Huracanes Irma y María, cada uno con vientos que superaban los 281 kph, rugieron a través del Caribe 14 días por separado. Las tormentas dañaron alrededor del 90 por ciento de los edificios en St. Croix, St. John y St. Thomas, los tres principales cuerpos de las Islas Vírgenes, donde una de cada cuatro personas ya vivían en la pobreza.

La falta de energía eléctrica provocó que los alimentos refrigerados se estropearan en hogares y tiendas de las islas. Durante el mes siguiente, los residentes sobrevivieron con comidas listas para consumirse de los militares (MRE por sus siglas en inglés) y alimentos enlatados. Miles de personas, incluida la profesora retirada, requerían alimentos frescos y otras provisiones nutricionales, una labor crucial que caía en manos de la División de Asistencia Familiar de DHS.

Esa agencia, que forma parte del gobierno de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, trabaja con el Programa Federal de Asistencia Alimentaria en caso de Desastre (D-SNAP, por sus siglas en inglés), que brinda asistencia alimentaria a las comunidades en necesidad después de alguna calamidad natural. Pero sin electricidad y con los residentes esparcidos a través de docenas de islas, procesar solicitudes de asistencia y repartir ayuda federal presentaba un masivo reto logístico.

“Necesitábamos probar al (el gobierno federal) que teníamos un sistema que podía funcionar”, comentó Dawes.

A más de 3 mil kilómetros de distancia, los empleados de la compañía de software RedMane de Chicago, socio tecnológico de Microsoft, monitoreaban la crisis. RedMane ya trabajaba con oficiales de gobierno en las Islas Vírgenes para modernizar el sistema que facilita beneficios federales (como Medicaid) a las personas en necesidad.

“He viajado allá cada dos semanas por dos años y a estas alturas he hecho muy buenos amigos”, comentó Bob Borneman, gerente de negocios de RedMane para DHS de las Islas Vírgenes. “Mucho de nuestro personal también pasó un tiempo significativo con la gente de DHS en juntas de diseño durante un año y en verdad llegaron a conocer a las personas de DHS a un nivel personal”.

Una vez que los residentes de las Islas Vírgenes recuperaron el servicio de telefonía móvil, Borneman y su equipo se reconectaron con aquellos oficiales de DHS, preguntaron qué necesitaban y qué podía hacer RedMane para apoyarles después de las tormentas.

Las primeras grandes solicitudes: radios operados por baterías y ventiladores operados por baterías. Los radios ayudaron a los empleados de gobierno a comunicarse con los ciudadanos, a darles instrucciones sobre dónde ir por los alimentos diarios, y para ofrecer actualizaciones en el progreso de la restauración de electricidad y otros servicios públicos.

“Los ventiladores eran necesarios porque, sin electricidad, no hay aire acondicionado. Y también debido a que había tanta humedad, había un creciente problema de mosquitos”, comentó Borneman. “En verdad nos sentíamos desesperados en nuestra oficina en Chicago y en otros lugares mientras sólo veíamos las noticias y no podíamos hacer nada al respecto”.

Pero pronto, el equipo de RedMane divisó una solución tecnológica para que los oficiales de DHS brindaran beneficios de emergencia de manera segura: la nube.

“Trajimos a bordo a Microsoft para que ayudara a dar soporte a ese esfuerzo”, comentó Borneman.

En tres semanas, y tras aprovechar Microsoft Azure y Azure Government, RedMane ha construido un sistema en su plataforma mCase para procesar aplicaciones D-SNAP, y enviar las transacciones a residentes a través de tarjetas de Transferencia de Beneficios Electrónicos (EBT, por sus siglas en inglés). De manera subsecuente, los residentes podían utilizar esas tarjetas para comprar alimentos.

“No había otra manera fácil de llevar los beneficios D-SNAP a la gente de manera rápida”, mencionó Borneman.

RedMane también trabajó con Microsoft para brindar al gobierno de las Islas Vírgenes una donación de $30 mil dólares en procesamiento de nube a través del programa Microsoft Services Disaster Response’s Azure Grants. Esta iniciativa brinda recursos de nube para ayudar a las comunidades en necesidad.

“Las subvenciones nos permitieron brindar un sistema sin tanto papeleo. Funcionó de inmediato en unas cuantas horas después de pedir a la nube que subiera”, comentó Borneman. “Desde que la solución mCase D-SNAP fue móvil y basada en la nube, podía trabajar en ubicaciones remotas. Esto nos permitió establecer puntos de aplicación a través de todas las islas del territorio”.

A través de ese sistema, los oficiales de las Islas Vírgenes brindaron de manera eventual más de $25 millones de dólares en ayuda a cerca de 60 mil personas a través del territorio.

Los socios proveedores de hardware de Microsoft también donaron 60 tablets y laptops para que los trabajadores de las Islas pudieran acceder a aplicaciones D-SNAP basadas en la nube. RedMane estableció un laboratorio para probar, montar y empacar los dispositivos en carcazas robustas para ser enviadas a las Islas Vírgenes.

“Nos emocionó a todos”, finalizó Borneman, “encontrar una manera de ayudar”.