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El arte es la destreza

En mi preparación para la sesión de pensamiento creativo, la cual está incluida en el planteamiento del seminario de introducción a la Filosofía en el que estoy participando, estoy investigando acerca de Estética o Filosofía del Arte.

La Epistemología y la Gnoseología se ocupan del conocimiento. El arte no es conocimiento. Puede haber conocimiento en el arte, por supuesto. Pero, el arte es otra cosa. Un artista podría ser por completo ignorante de temas científicos y eso no merma ni un ápice su capacidad de expresión artística y reflexión estética.

El acto artístico crea. La poesía, la pintura, la escultura, la literatura, la música, la danza, la arquitectura, el teatro, la cinematografía, etc., hacen del humano un ser creador. La estética se pregunta qué es un acto creativo y se pregunta por el hechicero fenómeno del arte humano.

El arte es a la estética como la moral es a la ética.

En mi oficio de creación de soluciones de negocio basadas en software ilustraríamos la relación anterior con el siguiente enunciado: Microsoft Visual Studio es a Microsoft Team Foundation Server como Microsoft Outlook es a Microsoft Exchange Server.

El arte es un fenómeno fascinante. La expresión artística hace participar tanto al artista como al observador. De ahí que la opinión de un observador acerca de una obra artística dice más de dicho observador que dice de la obra o del artista.

¿Qué se puede señalar como la esencia del arte? Para empezar, uno de sus rasgos que tanto me atrae es la presencia de la destreza humana que salta a la conciencia cuando nos recuperamos de ese primer impacto contemplativo y logramos preguntar: ¡¿Cómo es posible?!

¿Qué es la belleza? La belleza es toda subjetividad. ¿Es toda la verdad que la belleza está en el ojo del observador?

La lista de destrezas mencionadas en el tercer párrafo arriba suelen llamarse Bellas Artes. Son áreas del actuar humano donde es más notable la expresión estética. Sin embargo, no sólo en esas áreas se puede reconocer a la destreza humana. La ingeniería, las Matemáticas, no están exentas de contener expresión estética. Los seguidores del pragmatismo exagerado podrían opinar diferente pero lo harían para su propio menoscabo, allá ellos.

La filosofía de la técnica no presenta objeción alguna ante la aplicación de la contemplación estética en la creación de soluciones tecnológicas para problemas en cualquier área del quehacer humano, incluyendo los negocios. ¡Especialmente en los negocios! Qué sientes en el estómago cuando te niegan un servicio bajo la inconsciente excusa: “es que no hay sistema”.

Otro rasgo del ejercicio artístico es la provocación de experiencias. ¡Cuánto podrían mejorar las experiencias con las creaciones tecnológicas si quienes las diseñaran contaran con un mínimo de educación artística y estética!